La crisis generada por el Covid-19 y la situación de pánico internacional ha establecido las condiciones para conseguir, sin casi ningún cuestionamiento, la aprobación de una deuda de grandes magnitudes para el Estado salvadoreño. Que el gobierno de El Salvador busque endeudamiento no ha sido una sorpresa, de hecho es el plan principal que tienen para acabar con los problemas fiscales del país, ante la ausencia de políticas estrictas contra los empresarios millonarios y sus ganancias. Este nuevo préstamo por $2,000 millones le dará un respiro al gobierno de Bukele para enfrentar la crisis, pero una vez pase la emergencia las consecuencias las tendrá que pagar el conjunto de la clase trabajadora con creces. ¿Esto se pudo haber evitado o había otra alternativa? Los marxistas creemos que sí, y trataremos de explicarlo en el presente artículo.
Ellos y nosotros: los ricos y los pobres durante la pandemia
Mientras la pandemia de COVID-19 continúa, nos dicen: "el virus no discrimina - ricos y pobres por igual, estamos todos juntos en esto". Sin embargo, la realidad es que la élite privilegiada, que goza de una relativa seguridad, espera que los trabajadores se arriesguen a infectarse para que ella siga obteniendo beneficios. Este virus está exponiendo la naturaleza podrida y despiadada del sistema capitalista, donde la prioridad son los beneficios y no las vidas humanas.